¡Yo que creia que tu eras el dueño de mi corazón!
No me interesa, ya no quiero verte. Ya no eres mi amor; ahora seré lo mismo que buscabas, una cualquiera.
Ya no eres nadie, ya no me interesa lo que piensas de mi.
Una cualquiera, una atorranta, una ramera. Aprendí de ti y de la misma manera me encargaré
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